Al jade se le atribuyen propiedades curativas porque expulsa toxinas y revitaliza la energía vital del cuerpo. Además, ralentiza el envejecimiento prematuro de las células de la piel y aporta una energía que equilibra; tiene propiedades calmantes y estimula. Su efecto détox ayuda a la liberación y eliminación de los granitos y a mejorar la textura de la piel».
Los masajes faciales mejoran considerablemente la apariencia del cutis, pues estimulan la circulación y contribuyen a la firmeza de la piel. Gracias a ello y a que suelen estar fríos, descongestionan y activan la microcirculación y refuerzan el efecto lifting. Reduce las arrugas y finas líneas de expresión, calma las rojeces y estimula el drenaje linfático, al tiempo que reduce la inflamación y mejora la elasticidad de la piel.